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Cómo ser un abogado creativo

El derecho rara vez es considerado como una profesión creativa (seamos honestos, ¿alguna vez te han llamado “abogado creativo”?). Cuando pensamos en la palabra “creativo” pensamos en poetas y artistas, y no en abogados que siguen reglas. Pero la creatividad simplemente significa que tienes la habilidad de pensar en nuevas ideas y que es algo que un buen abogado hace cada día. Ya sea que estés interpretando un caso de una manera novedosa, tratando de aumentar tu tajada en una negociación, o replanteando un hecho difícil, necesitas perfeccionar tu creatividad. La buena noticia es que aunque no te consideres creativo, hay muchas formas de cultivar la creatividad.

Empieza por apagar tu crítico interior

Para incrementar el flujo de nuevas ideas necesitarás abandonar algunos de tus entrenamientos legales, por lo menos temporalmente. A los abogados se les enseña a ser críticos y juzgadores, pero necesitas abandonar tu mente juzgadora cuando trates de ser creativo. En lugar de eso, debes darle la bienvenida al pensamiento libre y espontáneo. La Dra. Betty Flowers, ex directora de Escritura Creativa en la Universidad de Texas en Dallas, desarrolló un paradigma para la buena escritura en el cual el primer paso es dejar que “el loco fluya”. Bryan Garner, notable profesor de escritura legal, también recomienda que debemos confiar en nuestro “loco interior” en cuanto a la escritura legal. Para escribir persuasivamente debes ser creativo, lo cual requiere que dejes que tu “loco interior” se haga cargo por un rato.

El concepto es que “el loco” genera ideas, aunque sean ideas locas. Para encontrar buenas ideas, “el loco” necesita la libertad para jugar con lo que sea que le venga a la mente, sean buenas ideas, malas ideas o ideas mediocres. Así que deja que las ideas fluyan, apúntalas, y no te preocupes si al final serán útiles.

Para dejar que “el loco” salga puedes designar momentos específicos. Por ejemplo, al idear las partidas de un expediente, podrías hacer cinco borradores de la misma partida, sin preocuparte por la perfección. Pero no te sorprendas si tu “loco interior” no respeta la cita que acordaste con él. Podría aparecerse justo cuando vas saliendo de la oficina o mientras paseas a tu perro. Para capturar todas estas posibilidades, considera andar con un cuaderno de apuntes o grabar notas de voz en tu celular. La clave para la fase del “loco interior” es dejar de lado tus inhibiciones críticas, ya que puedes aprovechar tu lado “abogadístico” más tarde.

Dale a tu cerebro un descanso de verdad

Nuestro cerebro tiene dos modos dominantes de atención: la red de trabajo positivo y la red de trabajo negativo.

La red de trabajo positivo está a cargo cuando estás enfocado de manera activa en una tarea, mientras que la red de trabajo negativo está a cargo cuando estás soñando despierto. Tus momentos creativos más grandes tendrán lugar cuando tu cerebro esté en modo de soñar despierto. Esto es porque las nuevas conexiones se forman cuando dejas tu mente deambular. Para una creatividad óptima, necesitas vacilar entre el modo de atención enfocada y el modo de mente ambulante. Da paseos, escucha música, toma siestas o haz ejercicio. Todas estas actividades te ayudarán a idear mejores ideas.

Practica la creatividad a menudo

Como cualquier otra habilidad, generar ideas creativas conlleva práctica. Aunque la mayoría de los adultos están oxidados, mayormente porque han desarrollado críticos internos, no hay que preocuparse. Hay muchos ejercicios que pueden ayudarte a flexibilizar tus músculos creativos. Si comienzas a ejercitar la creatividad regularmente, te darás cuenta de que ideas nuevas y mejores se filtrarán en tu práctica de la abogacía. Aquí tienes algunos ejercicios para intentar.

  • El reto de los círculos

    Este reto viene de parte de Bob McKim, un profesor emérito de Stanford. Imprime un papel con 30 círculos (seis líneas de cinco círculos cada una). Luego toma tres minutos y convierte tantos círculos como puedas en objetos con alguna forma. El propósito es cantidad, no calidad. Simplemente convierte los círculos en cualquier cosa que te llegue a la mente. Deja que tus ideas fluyan sin preocuparte por qué tan bueno seas.

  • Escribir una historia de seis palabras

    La leyenda urbana dice que Ernest Hemingway, uno de los escritores estadounidenses más importantes del siglo XX, fue retado a escribir una historia utilizando sólo seis palabras, y él escribió “For sale: baby shoes, never used.” (A la venta: zapatos de bebé, nunca usados). Sea esta leyenda urbana cierta o no, escribir una historia de seis palabras te obliga a hacer fluir los jugos de la creatividad.

  • Garabatear

    Para desarrollar ideas normalmente nos refugiamos en el lenguaje, pero usar algo más visual puede despertar más el pensamiento creativo. Sunni Brown, autora del libro The Doodle Revolution, ofrece algunas técnicas de garabato específicas. Particularmente relevante para los abogados ha de ser el “mapa de procesos”, que es una representación visual de eventos. Algunas veces las representaciones virtuales pueden activar ideas que las palabras no pueden por sí solas.

A medida que practicas, presiónate a ti mismo a seguir haciéndolo. Hay sitios web de noticias que escriben hasta 25 titulares diferentes para escoger el titular de un sólo artículo. La idea es que si tienes que escribir 25 borradores diferentes, vas a cavar profundo y vas a dar con algo creativo y excelente. Es fácil pensar que tienes un lingote de oro con tu primera idea decente, pero debes forzarte a ti mismo a continuar. No te detengas cuando tengas una o dos ideas respetables.

Impulsarte a ir por más te puede ayudar en Derecho también. Ya sea en las cabeceras o títulos de tus documentos o cualquier otra cosa, haz siempre múltiples borradores y encontrarás el mejor. Con los alegatos de apertura, por ejemplo, tienes solo unas cuantas frases para capturar la atención de tu audiencia. Desarrollar unas cuantas frases diferentes te puede ayudar a impulsar más allá tus límites creativos.

Los mejores abogados son creativos. El Juez Presidente de los Estados Unidos, John Roberts, escribió en un artículo que determinar la “mejor” tecnología disponible para controlar la contaminación del aire es como pedirle a la gente que seleccione el “mejor” vehículo: “Mario Andretti (famoso piloto de automovilismo) de seguro escogerá un Ferrari; un estudiante universitario escogerá un Volkswagen escarabajo; una familia de seis miembros escogerá una minivan. Las opciones dependerán en cómo el que toma la decisión pesa las prioridades competentes, tales como el costo, el kilometraje, la seguridad, el espacio de carga, la velocidad, el manejo, y así sucesivamente”. A ti no se te va a ocurrir un artículo así a menos que ejercites regularmente tus músculos creativos.

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