Una de las cosas más difíciles para los abogados jóvenes es lidiar con los abogados contrarios. A los abogados más experimentados les encanta extenuar a los abogados nuevos, a veces se siente como si hubiera un gran “tiro al blanco” en tu espalda, y es así.
La próxima vez que un abogado te llene la cabeza de humo, da un paso atrás y piensa si en verdad hay algún fuego detrás de todo ese bombo.
El fanfarroneo es regularmente solo eso…
Si una parte (o un abogado) tiene una muy buena demanda o defensa, simplemente la muestran. Ellos no gritan y ladran acerca de ella, ellos la presentan. Si crees cada fanfarroneo terminarás abandonando la profesión. ¿Ponerle algo de atención? Sí. ¿Ponerle mucha atención al asunto? No.
Usualmente los casos en que un abogado de la parte contraria te dice “tu caso es basura por las siguientes razones…”, son conversaciones que terminan en un arreglo o negociación, a pesar de mi caso “no tener mérito”. Siempre su objetivo es asustarte, y fanfarronear sobre el asunto.
Si de verdad hay un asunto discutible, el mejor abogado de defensa solo expondrá el por qué. Ellos no ladran, gritan, amenazan o brincan. Simplemente lo exponen. Eso es lo que debería hacerte escucharlos con atención.
Recuerda: si un asunto es claro que se puede ganar, usualmente no viene envuelto en un montón de bravuconería.
No ignores lo que sabes sobre tu caso/cliente
La duda es como una enfermedad que se desarrolla rápidamente. Una vez que la tienes se pondrá peor y peor, y eventualmente te estropeará. Por esto es que los abogados la usan como una arma.
Los abogados inteligentes, sin embargo, no traen casos de muy poca calidad ni alegan una defensa sin mérito (si tú lo haces, entonces no eres un abogado inteligente). Así que cuando alguien cuestione tu caso, recuerda lo que sabes, lo que pensaste, cómo analizaste tu caso y tus hechos.
Investiga a tu abogado contrario
Ve con tu red de abogados y averigua qué saben ellos sobre el abogado contrario. La mayoría de las personas tienen una reputación, una reputación que incluirá “a ellos les encanta la práctica en movimiento” o “a ellos sólo les gusta ladrar y siempre se calman en la décima hora”.
No hay garantía de que ellos seguirán su curso de acción anterior, pero sigue siendo útil para tratar de predecir cómo ellos ven el caso y qué ellos podrían hacer.
Sin importar cómo ellos litiguen, casi siempre encontrarás un consejo como “sólo ofréceles un café y dejarán de fastidiarte” o “háblales de jurisprudencia internacional y lo tendrás fuera de base”.
No recomiendo que dejes que sus preferencias personales dicten definitivamente cómo manejar tu caso, pero deberías considerarlo, y si te ayuda a conseguir un mejor resultado para tu cliente, definitivamente usaría esa información a mi conveniencia.
Línea final: Humo no significa fuego
“Si alguien podría quemar tu casa, ¿tocaría tu puerta y te soplaría el humo en tu cara?“
Ten fe en tu caso y en tus clientes. Si decides que hay un problema, entonces debes lidiar con ello hasta que lo veas necesario. Pero nunca dejes que el abogado contrario dicte tu punto de vista de tu caso y de tu cliente.
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- Fuente: “Young attorneys: have faith in your case”. Randall Ryder. Lawyerist. Disponible en: https://lawyerist.com/66627/young-attorneys-faith-case/
- Imagen: Freestockphotos.biz. Disponible en: http://res.freestockphotos.biz/pictures/1/1732-business-man-in-suit-giving-thumbs-up-pv.jpg
Abogados jóvenes: tengan fe en su caso
Una de las cosas más difíciles para los abogados jóvenes es lidiar con los abogados contrarios. A los abogados más experimentados les encanta extenuar a los abogados nuevos, a veces se siente como si hubiera un gran “tiro al blanco” en tu espalda, y es así.
La próxima vez que un abogado te llene la cabeza de humo, da un paso atrás y piensa si en verdad hay algún fuego detrás de todo ese bombo.
El fanfarroneo es regularmente solo eso…
Si una parte (o un abogado) tiene una muy buena demanda o defensa, simplemente la muestran. Ellos no gritan y ladran acerca de ella, ellos la presentan. Si crees cada fanfarroneo terminarás abandonando la profesión. ¿Ponerle algo de atención? Sí. ¿Ponerle mucha atención al asunto? No.
Usualmente los casos en que un abogado de la parte contraria te dice “tu caso es basura por las siguientes razones…”, son conversaciones que terminan en un arreglo o negociación, a pesar de mi caso “no tener mérito”. Siempre su objetivo es asustarte, y fanfarronear sobre el asunto.
Si de verdad hay un asunto discutible, el mejor abogado de defensa solo expondrá el por qué. Ellos no ladran, gritan, amenazan o brincan. Simplemente lo exponen. Eso es lo que debería hacerte escucharlos con atención.
Recuerda: si un asunto es claro que se puede ganar, usualmente no viene envuelto en un montón de bravuconería.
No ignores lo que sabes sobre tu caso/cliente
La duda es como una enfermedad que se desarrolla rápidamente. Una vez que la tienes se pondrá peor y peor, y eventualmente te estropeará. Por esto es que los abogados la usan como una arma.
Los abogados inteligentes, sin embargo, no traen casos de muy poca calidad ni alegan una defensa sin mérito (si tú lo haces, entonces no eres un abogado inteligente). Así que cuando alguien cuestione tu caso, recuerda lo que sabes, lo que pensaste, cómo analizaste tu caso y tus hechos.
Investiga a tu abogado contrario
Ve con tu red de abogados y averigua qué saben ellos sobre el abogado contrario. La mayoría de las personas tienen una reputación, una reputación que incluirá “a ellos les encanta la práctica en movimiento” o “a ellos sólo les gusta ladrar y siempre se calman en la décima hora”.
No hay garantía de que ellos seguirán su curso de acción anterior, pero sigue siendo útil para tratar de predecir cómo ellos ven el caso y qué ellos podrían hacer.
Sin importar cómo ellos litiguen, casi siempre encontrarás un consejo como “sólo ofréceles un café y dejarán de fastidiarte” o “háblales de jurisprudencia internacional y lo tendrás fuera de base”.
No recomiendo que dejes que sus preferencias personales dicten definitivamente cómo manejar tu caso, pero deberías considerarlo, y si te ayuda a conseguir un mejor resultado para tu cliente, definitivamente usaría esa información a mi conveniencia.
Línea final: Humo no significa fuego
“Si alguien podría quemar tu casa, ¿tocaría tu puerta y te soplaría el humo en tu cara?“
Ten fe en tu caso y en tus clientes. Si decides que hay un problema, entonces debes lidiar con ello hasta que lo veas necesario. Pero nunca dejes que el abogado contrario dicte tu punto de vista de tu caso y de tu cliente.
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